Como vimos en el artículo anterior (Dualidad Onda-Partícula), lo que denominamos luz puede en realidad ser un fotón (partícula) y onda a la vez. Efectos de esto es que esta misma dualidad se extiende a todas las partículas.

Esta dualidad nos muestra la naturaleza del mundo cuántico que es la indeterminación, es decir, no puedes saber nada con certeza absoluta. En las teorías clásicas es posible hacer experimentos y a partir de las ecuaciones podremos saber qué sucederá. En cambio, en mecánica cuántica las ecuaciones nos dan probabilidades debido a este principio fundamental de Heinsenberg que parece ser la naturaleza intrínseca de las partículas subatómicas.

El principio de Incertidumbre de Heisenberg nos revela que es imposible conocer la posición y momento de una partícula en un instante. Se señaló anteriormente que el protón, electrón , luz, etc., todo lo que conocemos como “partículas”, son ondas y partículas al mismo tiempo. Sabemos que las ondas están en muchos lugares al mismo tiempo, en cambio, la partícula sólo puede ocupar un punto en el espacio y tiempo en un instante. Es decir, si nosotros queremos medir la longitud de onda de un rayo gamma proveniente del Sol, al hacer el cálculo hacemos alusión a que el fotón es una onda y por lo tanto la posición es indeterminada.

Otra consecuencia de esto es que si se conoce el tiempo de vida de una partícula u onda, esta no puede tener una energía específica, esto es debido a que una partícula con tan poco tiempo de vida no puede tener una energía definida. La razón es porque la frecuencia de un estado es inversamente proporcional al tiempo y que la frecuencia se conecta con la energía del estado, es decir, para poder conocer la energía, el estado se debe observar por algunos ciclos.

Referencias

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/principio-incertidumbre-y-limites-cuanticos_21758

https://openstax.org/books/f%C3%ADsica-universitaria-volumen-3/pages/7-2-el-principio-de-incertidumbre-de-heisenberg